El exviceministro Rafael Guarín, analiza la decisión:
Los colombianos perdimos a la Corte como guarda de la Constitución, defensora del Estado de derecho y de los límites del poder del Gobierno.
Más allá de discusión política, la decisión de la Corte Constitucional la transforma de ente de control del poder a legitimadora del desborde del poder.
Institucionalmente las consecuencias del sometimiento de la Corte a las FARC y al Gobierno serán desastrosas. Un antecedente nefasto para Colombia.
Políticos de Corte Constitucional decidieron lo imposible: que es lo mismo el voto directo del pueblo que el voto de una parte del Congreso.
Definitivamente se necesita una Asamblea Constituyente para reformar la justicia. ¡No es posible tener una Corte Constitucional de políticos!
Con sometimiento de Corte a FARC y Gobierno desaparece el control efectivo que debe hacerse sobre las leyes. Es el fin del estado de derecho.
Si la Corte no fue capaz de defender la Constitución frente al ‘Fast Track’, no va a ser capaz de ejercer control sobre las leyes que se emitan.
Existencia de control constitucional independiente es condición del Estado democrático y del Estado de derecho. Eso se acabó hoy en Colombia.
El camino de arbitrariedad que en nombre de paz están recorriendo es el mismo que en nombre de justicia puede desconocer el Acuerdo con FARC.
Las enseñanzas de Santos son deplorables para el futuro: ¡todo vale y todo se puede! Muy grave instalar esa práctica antidemocrática en el país.
Muy complicado que la libertad, los derechos y la ley sigan en manos de una Corte Constitucional de políticos, no de juristas independientes.
Creo que hay que abrir la discusión sobre la conformación de la Corte. Dejen las hipocresías y metan de una vez a Piedad, Leyva y Romaña.
Ya sometida la Corte con este fallo, lo que viene ahora es reemplazar magistrados políticos salientes con otros comprometidos con Santos/FARC. (Tomado de OIGA, Col)
13 de diciembre de 2016
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